LA MALDICION DEL DRAGON | VICTOR GARCIA
Un día como otro cualquiera, Tacrón fue mandado a Gimouar a comprar un nuevo sistema de cultivo y vender la ordeñadora automática. Lo que Tacrón no sabía, es que ese día, su vida ya no volvería a ser la misma, ni la de los habitantes de Stugar-land. Dicho reino era gobernado por un ser malvado